jueves, 25 de febrero de 2016

Escuela de Inteligencia Sistémica para Empresas y Organizaciones


¿Alcanzamos los resultados deseados?
¿Perdemos clientes?
¿Los conflictos internos persisten?
¿Se nos van las personas clave?
¿Cómo reorientar las actividades?
¿Nos cuesta tomar decisiones?
¿Tenemos la fuerza necesaria?
¿Algo no funciona y no sabemos qué?

Objetivo

Aprender a trabajar situaciones reales y difíciles en empresas y en otros tipos de organizaciones, con vistas a encontrar soluciones desde el potente enfoque de sistemas y en base al principio de “Aprender a hacer, haciendo”.

¿Qué aprenderán los asistentes?

- A explorar las relaciones entre los componentes de un sistema organizacional.

- A percibir tensiones y bloqueos en esas relaciones.

- A ver las dinámicas que dificultan o impiden el progreso en un sistema.

- A detectar los desórdenes que entorpecen la libre circulación de la información, emociones, energía y recursos necesarios para que las organizaciones realicen sus actividades y alcancen sus objetivos de una forma potente y serena.

- A descubrir información clave y no visible que todo sistema posee. Muchos clientes se sorprenden de lo que siempre estuvo ahí y no vieron.

- A explorar áreas sensibles hasta ahora no consideradas.

- A visualizar posibles vías de solución y a tomar mejores decisiones.

Dirigido a

- Fundadores y Propietarios de Empresas y Organizaciones.

- Directivos de organizaciones con capacidad de decisión y acción.

- Directores de Recursos Humanos en situaciones conflictivas.

- Consultores, coaches y profesionales que quieran aprender cómo aplicar la capacidad de exploración y generación de soluciones de la Inteligencia Sistémica a las Organizaciones.

Beneficios del curso

Para los Fundadores y Propietarios de empresas y organizaciones:

- Clarificar conflictos entre accionistas, socios, etc.

- Diferenciar lo empresarial de lo familiar.

- Ver qué dificulta alcanzar objetivos en las empresas familiares.

- Aclarar cuestiones de sucesión.

- Anticipar los efectos de ventas, adquisiciones y fusiones, etc.


Para Directivos ante situaciones empresariales límite o difíciles:

- Descubrir lo que impide alcanzar los resultados previstos.

- Localizar las causas que dificultan ciertas relaciones con clientes.

- Revisar la posición correcta con un cliente y/o proyecto.

- Detectar problemas de comunicación, equipo y liderazgo en la organización.

- Sacar a la luz las causas de disfunciones y conflictos internos.

- Aflorar las razones de la elevada tasa de absentismo.

- Emerger las causas de la insatisfacción del personal.

- Averiguar las disfunciones en el servicio al ciudadano, paciente, etc.


Para Fundadores, Propietarios y Directivos que necesitan aclarar el futuro:

- Determinar la viabilidad de ciertas estrategias, de un proyecto o de una nueva empresa.

- Evaluar escenarios y reducir las pruebas de ensayo y error.

- Preparar negociaciones.

- Valorar posibles acuerdos de colaboración futura con otras empresas.

- Seleccionar entre diferentes alternativas.

- Comprobar la eficacia y la aceptación de cambios a realizar.

- Ver si los recursos y competencias disponibles van a ser los adecuados.

- Evitar meterse en situaciones inadecuadas.

- Alinear estructura, funciones, procesos y objetivo de la organización.

- Agilizar la toma de decisiones, etc.




Metodología

Trata directamente los casos reales y difíciles de empresa y organizaciones que plantean los asistentes, utilizando los distintos recursos de la Inteligencia Sistémica, en base a un trabajo eminentemente vivencial en grupo y siguiendo el principio de “Aprender a hacer, haciendo”.

Primero, un experto muestra el camino. Luego, cada uno de los participantes dirigirá el trabajo sistémico del grupo orientado a la solución de un caso real planteado por otro participante, bajo la observación y el apoyo del experto. Después, se comentará en grupo lo sucedido, y el experto aportará los conocimientos, los ejercicios y los movimientos sistémicos complementarios que por su valor pedagógico permitan redondear lo vivenciado y aprendido por los participantes en cada caso.

Se parte de los síntomas que muestran que un sistema no está funcionando de forma adecuada, síntomas que suelen perdurar en el sistema a pesar de los esfuerzos de sus miembros. Los síntomas son evidentes, pero no las causas.

La Inteligencia Sistémica ayuda a cambiar de punto de observación, a pasar de una visión parcial a otra más amplia, de una superficial a otra más profunda, de una estática a otra dinámica, en resumen, de una visión convencional a una visión sistémica. Así, esta metodología de impacto ayuda a aflorar información valiosa, a descubrir las causas de los bloqueos y conflictos, a deshacer enredos, a tomar mejores decisiones y a ordenar los sistemas para que funcionen con fluidez, eficacia y eficiencia.
Todo ello constituye también un entrenamiento de actitudes positivas hacia lo incierto y desconocido. Es un traje a medida de las necesidades organizacionales, profesionales y personales de cada uno de los participantes, acorde con la necesaria adaptación a las convulsiones del mundo actual.

Este programa asegura la confidencialidad más total trabajando bajo la modalidad denominada “en oculto”.

Consultor responsable: Carlos Surroca

Ingeniero Industrial Superior. Especialidad Químicas.
MBA en Dirección y Gestión Empresarial.
Master en Dirección Económico-Financiera.
Master en Programación Neurolingüística (PNL).
Formación en Coaching en base a PNL y en Coaching Ejecutivo por ICF.
Diplomado internacional en Configuraciones y Dinámicas Sistémicas de Familias y Organizaciones por la IAG y por el BHIN.
Participante a numerosos talleres sistémicos con expertos europeos.
15 años de experiencia en la Industria Química y del Petróleo.
20 años de experiencia dirigiendo una Escuela de Negocios.

Actualmente centra su actividad en la Consultoría Sistémica de Empresas, Empresas Familiares y Organizaciones, en el ejercicio del Coaching Sistémico de Directivos y Equipos, y en la Ayuda a Personas y Familias con dificultades de relación persistentes desde la metodología amplia, profunda y potente de la Inteligencia Sistémica.

Fechas

Módulo A: 15, 16 y 17 de Abril
Módulo B: 24, 25 y 26 de Junio
Hay la flexibilidad de hacer el Módulo A, el Módulo B ó ambos, según las necesidades y disponibilidad de cada participante.

Horario

Viernes: de 16h a 20h
Sábado: de 10h a 14h y de 16h a 20h
Domingo: de 10h a 14h



Lugar

AMARNA ZENTER MADRID
Paseo de la Castellana, 219
28046 Madrid
Se entra por C/General Aranda, casi esquina con C/San Aquilino
Transporte Público: El de Plaza Castilla, a 4 minutos a pie.
El de Chamartín
Parking: Público: Plaza de Castilla > Avda Asturias >Entrada por C/San Aquilino.
Privado: Vinci

Precio

1 Módulo: 290 Euros
2 Módulos: 550 Euros

Inscripción

El número de plazas es limitado. Se ofrecerán por orden de inscripción.
Para reservar su plaza, cumplimentar
http://inteligenciasistemica.es/hoja-de-inscripcion/
y enviar.

Forma de Pago

Cada plaza quedará garantizada una vez se haya efectuado la transferencia bancaria previa según http://inteligenciasistemica.es/forma-de-pago/
Le agradecemos nos confirme el pago mediante un correo a
sistémica.c.surroca@gmail.com

Más información

sistémica.c.surroca@gmail.com
600-522-884

martes, 16 de febrero de 2016

Inteligencia Sistémica para el desarrollo profesional.¿Para qué una sesión individual?

 Inteligencia Sistémica para el desarrollo profesional.

Los profesionales suelen centrar inicialmente su atención, esfuerzos y energía en el conocimiento. Más tarde suelen darse cuenta que necesitan dominar una serie de habilidades humanas para que la utilidad de su conocimiento pueda llegar a los demás. Y más tarde descubren que esto sucede de una manera óptima si se respeta un determinado orden en el sistema donde trabajan.


Pero no siempre se conoce ni se respeta el orden sistémico en las organizaciones donde ocurre el desarrollo profesional. Cuando eso sucede, la situación y los resultados se degradan. Si no se pone remedio, se alcanza el borde del abismo.


Cuando se llega a situaciones profesionales límite en las que ya no hay ideas ni ilusión, o hay aburrimiento, confusión o conflictos constantes; cuando damos vueltas y más vueltas a lo mismo sin la fuerza para salir de ahí y cambiar; cuando los modelos se muestran agotados, o cuando nos hundimos en patrones repetitivos que consumen mucha de nuestra energía y generan poco beneficio, ¿qué solemos hacer?


Con frecuencia buscamos a un culpable. Como le damos el poder sobre nosotros y sobre lo que nos ocurre, nos excluimos de la solución, nos quitamos responsabilidad, nos irresponsabilizamos y nos ponemos en sus manos. Pero la solución pasa justamente por todo lo contrario, es decir, por reconocer nuestra situación, responsabilizarnos de lo nuestro, tomar el poder sobre nosotros mismos, empoderarnos. En este caso ¿qué hacer?


De hecho, no hay que esperar a llegar a estas situaciones extremas para plantearnos dicha pregunta. Es mucho mejor hacerlo antes, sobre todo porque las alarmas de nuestro nivel de conciencia, que es mucho más que nuestro nivel de conocimiento, suelen encenderse bastante antes de que sea demasiado tarde.


La InteligenciaSistémica es muy útil para inferir soluciones tanto en las situaciones profesionales límite, como en las que pueden llegar a serlo si no se corrige su tendencia, y también en aquellas otras que requieren elegir la mejor opción ante un abanico de alternativas posibles, para no caer en las menos adecuadas.


Con el trabajo sistémico sobre una determinada situación difícil, suele haber un antes y un después, independientemente de la modalidad utilizada, sea en grupo abierto o cerrado o en sesión individual. Aquí me voy a centrar en esta última.



¿Para qué una sesión individual?


Una sesión individual de Inteligencia Sistémica es, paradójicamente, una manera sencilla de trabajar asuntos complejos. Una clave está en la calidad de la empatía y de la relación del profesional con el cliente. Cuando esta calidad existe, el cliente se siente escuchado de forma plena y protegido en un ámbito seguro en el que se puede dar el permiso para llegar hasta donde nunca había llegado antes.


He tenido clientes de más de sesenta y cinco años que, ¡¡por fin!!, han podido expresar hechos fuertes vividos y sufridos a lo largo de su vida profesional y que hasta ese momento los habían mantenido en el más estricto secreto en lo más hondo de su ser. Una vez dichos y puestos al descubierto, y liberadas las emociones que les han acompañado todo este tiempo, la transformación de su cara es inmediata: la paz se muestra y su mirada se hace clara y rebosante de vida.

Hay hechos que podemos calificar de estrictamente profesionales, inherentes a la propia organización o entorno en el que uno trabaja. Y es en este ámbito donde está la solución. Pero a veces no está ahí; está en otro ámbito. A veces, las causas de lo que ocurre en el trabajo no son profesionales, sino que vienen de antes. No es extraño que sea así; de hecho, cuando entramos profesionalmente a trabajar ya estamos moldeados de una determinada manera, aunque siempre podemos cambiar.


He acompañado a muchos directivos exigentes, perfeccionistas, agresivos y poco comunicativos con sus subordinados, equipo e hijos. Pueden estar repitiendo, por ejemplo, un patrón de comportamiento heredado de su padre, por lealtad o por rechazo, con cualquier figura de autoridad. En este caso, la solución para el cliente suele pasar por expresar a su padre todos sus anhelos insatisfechos, quejas y reproches, acoger su parte niño herido, integrarla con su parte adulta, hasta hacer un todo emocionalmente completo que es capaz de reconciliarse con su padre. Cuando lo hace, la serenidad, la fuerza, la creatividad, la espontaneidad, la alegría y la fluidez aparecen.

Cuando tomamos consciencia de algo, nuestros fantasmas pierden su función y se van.


Cuando nos damos cuenta de ese algo, hasta ahora inconsciente, desaparece en nosotros la energía acoplada a la emoción generada por aquella vivencia impactante. Energía que, a modo de un tsunami, nos arrolló con toda su energía, la somatizamos, la albergamos y la mantenemos en nuestras células así agitadas, hasta que somos capaces de abrir la puerta y dejar pasar toda esa energía acumulada en nuestro inconsciente al consciente.


Una sesión individual de Inteligencia Sistémica va directamente al grano sin necesitar grandes recursos. Los más corrientes son muñecos o papeles en el suelo. Saben lo que no está escrito porque han participado en la solución de muchos casos. Se caracteriza también, por su gran adaptabilidad a las necesidades del cliente en cuanto a lugar, fecha y horario. Puede realizarse de manera presencial como telefónicamente.

Carlos Surroca
Consultor de Sistemas Humanos
600-522-884
sistemica.c.surroca@gmail.com

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