Mike George, en sus “7 estrategias para liberarse del estrés” nos expone las ilusiones y mitos que suelen existir sobre el estrés, los descubrimientos hechos sobre el mismo y las acciones para cambiar y liberarse de él.
Algunas de sus frases son:
“Decir que tener estrés es normal, es evitar el trabajo interior de auto responsabilidad y el signo de un pensamiento perezoso. La tensión no tiene cabida en una vida plena”.
“Todo estrés se basa en el miedo. Pero la creencia rara vez es verdad, y necesitamos que la verdad nos libere de las falsas creencias, del temor, y por tanto, del estrés”.
“No es lo que tú me dices o me haces lo que provoca esa sensación en mí, sino lo que yo hago con lo que tú me dices o me haces”.
“Mi elección es libre y gratuita. Siempre tengo la libertad de elegir, aún en las situaciones más extremas” Viktor Frankl.
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Aprender a cuestionarme mis propios pensamientos, me puede ayudar a encontrar el camino que no sólo me conduce a la solución de mi problema más inmediato, sino también a un estado mental más propicio para comprender una verdad tan básica e invisible como la enunciada por Epíteto:”Lo que me perturba no es lo que me ocurre, sino mis pensamientos sobre lo que me ocurre”. Según Byron Katie: “El sufrimiento es opcional. Siempre que lo experimento, poco o mucho, puedo estar segur@ que, sea o no consciente de él, existe un pensamiento que lo provoca. Su trabajo de indagación ayuda a descubrir que los conceptos y juicios en los que creemos son distorsiones de la realidad que nos generan el desasosiego emocional que llamamos sufrimiento. Éste es una alarma natural que nos alerta de que nos estamos apegando a un determinado pensamiento; cuando no nos escuchamos, llegamos a aceptar este sufrimiento como una parte inevitable de la vida, pero no lo es”.
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Otra vía es la seguida por la Medicina del Comportamiento, la cual cree que los factores mentales y emocionales, la manera de pensar y de comportarnos, pueden tener, por suerte o por desgracia, un importantísimo efecto en nuestra salud física y en nuestra capacidad de recuperación de enfermedades y lesiones.
Jon Kabat-Zinn dirige el programa de la Clínica de reducción del estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachussets. “Las personas que asisten al mismo lo hacen para controlar su salud y lograr un cierto grado de paz mental. Los problemas de salud que presentan son muy variados: Jaquecas, hipertensión, dolores lumbares, enfermedades coronarias, cáncer, sida, etc. Las hay jóvenes, menos jóvenes y mayores. Todas ellas aprenden el arte de vivir conscientemente, a cuidar de sí mismas, no con el objetivo de abandonar el tratamiento médico, sino para complementarlo”.
“El programa se basa en la sistemática y rigurosa preparación para la atención plena, en ser consciente de cada instante”.
“El escapar y el evitar son modos habituales de tratar nuestros problemas. Al actuar así, éstos justamente se multiplican. Enfrentarnos a nuestros problemas es la única manera de superarlos, encontrar armonía y recuperar la paz interior. Cuando somos capaces de movilizar nuestros recursos internos para enfrentarnos a nuestros problemas, la presión del propio problema nos ayuda a orientarnos para salir adelante, igual que un marino orienta la vela para aprovechar mejor la fuerza del viento e impulsar su embarcación”.
“Si queremos emplear la fuerza de nuestros problemas para avanzar de esta forma, tendremos que estar sintonizados, igual que el marino lo está con su barca, la mar, el viento y su rumbo. Tendremos que aprender a seguir adelante bajo la presión de todo tipo de condiciones estresantes; no sólo cuando hace sol y el viento sopla exactamente como queremos”.
“El desarrollo de habilidades para enfrentarnos y salir bien de las variadas “condiciones meteorológicas” de nuestra vida es a lo que nos referimos cuando mencionamos el arte de vivir conscientes”.
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Este programa introduce estas tres formas de comprender y tratar el estrés, y realiza ejercicios prácticos de aplicación durante 12 horas.
Algunas de sus frases son:
“Decir que tener estrés es normal, es evitar el trabajo interior de auto responsabilidad y el signo de un pensamiento perezoso. La tensión no tiene cabida en una vida plena”.
“Todo estrés se basa en el miedo. Pero la creencia rara vez es verdad, y necesitamos que la verdad nos libere de las falsas creencias, del temor, y por tanto, del estrés”.
“No es lo que tú me dices o me haces lo que provoca esa sensación en mí, sino lo que yo hago con lo que tú me dices o me haces”.
“Mi elección es libre y gratuita. Siempre tengo la libertad de elegir, aún en las situaciones más extremas” Viktor Frankl.
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Aprender a cuestionarme mis propios pensamientos, me puede ayudar a encontrar el camino que no sólo me conduce a la solución de mi problema más inmediato, sino también a un estado mental más propicio para comprender una verdad tan básica e invisible como la enunciada por Epíteto:”Lo que me perturba no es lo que me ocurre, sino mis pensamientos sobre lo que me ocurre”. Según Byron Katie: “El sufrimiento es opcional. Siempre que lo experimento, poco o mucho, puedo estar segur@ que, sea o no consciente de él, existe un pensamiento que lo provoca. Su trabajo de indagación ayuda a descubrir que los conceptos y juicios en los que creemos son distorsiones de la realidad que nos generan el desasosiego emocional que llamamos sufrimiento. Éste es una alarma natural que nos alerta de que nos estamos apegando a un determinado pensamiento; cuando no nos escuchamos, llegamos a aceptar este sufrimiento como una parte inevitable de la vida, pero no lo es”.
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Otra vía es la seguida por la Medicina del Comportamiento, la cual cree que los factores mentales y emocionales, la manera de pensar y de comportarnos, pueden tener, por suerte o por desgracia, un importantísimo efecto en nuestra salud física y en nuestra capacidad de recuperación de enfermedades y lesiones.
Jon Kabat-Zinn dirige el programa de la Clínica de reducción del estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachussets. “Las personas que asisten al mismo lo hacen para controlar su salud y lograr un cierto grado de paz mental. Los problemas de salud que presentan son muy variados: Jaquecas, hipertensión, dolores lumbares, enfermedades coronarias, cáncer, sida, etc. Las hay jóvenes, menos jóvenes y mayores. Todas ellas aprenden el arte de vivir conscientemente, a cuidar de sí mismas, no con el objetivo de abandonar el tratamiento médico, sino para complementarlo”.
“El programa se basa en la sistemática y rigurosa preparación para la atención plena, en ser consciente de cada instante”.
“El escapar y el evitar son modos habituales de tratar nuestros problemas. Al actuar así, éstos justamente se multiplican. Enfrentarnos a nuestros problemas es la única manera de superarlos, encontrar armonía y recuperar la paz interior. Cuando somos capaces de movilizar nuestros recursos internos para enfrentarnos a nuestros problemas, la presión del propio problema nos ayuda a orientarnos para salir adelante, igual que un marino orienta la vela para aprovechar mejor la fuerza del viento e impulsar su embarcación”.
“Si queremos emplear la fuerza de nuestros problemas para avanzar de esta forma, tendremos que estar sintonizados, igual que el marino lo está con su barca, la mar, el viento y su rumbo. Tendremos que aprender a seguir adelante bajo la presión de todo tipo de condiciones estresantes; no sólo cuando hace sol y el viento sopla exactamente como queremos”.
“El desarrollo de habilidades para enfrentarnos y salir bien de las variadas “condiciones meteorológicas” de nuestra vida es a lo que nos referimos cuando mencionamos el arte de vivir conscientes”.
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Este programa introduce estas tres formas de comprender y tratar el estrés, y realiza ejercicios prácticos de aplicación durante 12 horas.
Me parece muy interesante este artículo. Y estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo existe una dificultad añadida y es saber mantener la calma cuando las presiones externas se multiplican. Esto provoca agotamiento, aunque solo sea por canalizar el bombardeo constante de presión externa. A medida que nos debilitamos por el cansacio, nos hacemos vulnerables y es cuando comienza la enfermedad.
ResponderEliminarElena Sanz